domingo, noviembre 26, 2006

esquema 12. Centro-Area Instintiva

ESQUEMA N 12.

CENTRO Y AREA INSTINTIVA.

PAUTA DE CONDUCTA ATAQUE- FUGA.

GESTION BASICA SUPERVIVENCIA. PASIONES.

NEUTRO INDECISION.

MIEDO A LA MUERTE.

Repetimos el centro es elaboración, el área es respuesta. En una síntesis más completa, se puede decir de lo biológico a lo biológico pasando por la conciencia.

La información que se maneja en un centro procede de la lectura física que se hace del estímulo inicial. La respuesta que se se articula en el área es lectura física y del hecho de conciencia.

Repetimos la conciencia es biología y no nos cansaremos de decirlo, la conciencia es biología y este hecho contundente, no lo es en absoluto para la especie.

La conciencia es biología y es un grito primario que esta, nos hace a la humanidad entera, la conciencia es lectura física de los estímulos y entendido esto, entendido casi todo.

Cuando hablamos de pauta de conducta dentro de un centro, hacemos una síntesis de los movimientos externos que un centro y un área determinada llevan a cabo en el medio que les rodea, para manifestarse externamente.

Aquí le tocó hacer síntesis al centro instintivo, y esta síntesis la manifestamos como ataque fuga. Entendemos el ataque no como agresión sino como toma de decisión de ejecución de acto. Entendemos la fuga como la lectura negativa de posibilidad y la ejecución de acto en el sentido contrario, cambio de paisaje y búsqueda de nueva situación faborable.

La pauta de conducta debería ser entendida cómo la ordenación de imágenes en la conciencia que nos aproximan a un fin, en el fondo la ordenación encadena de secuencias que nos llevan a la ejecución de un acto. Sin esta ordenación es imposible llevar a cabo la intencionalidad del acto y por lo tanto si no podemos hacer esta ordenación no podemos ejecutar acciones que sean entendidas por el medio que nos rodea.

Todo acto por simple que sea tiene en su estructuralidad esta ordenación de secuencias y por lo tanto un juego muy eficaz en base a los tiempos de conciencia, así pasado presente y futuro toman cuerpo de entidad y certeza irrebatible.

En nuestro medio cultural la definición de intereses, dota al acto de la intencionalidad general, que se inserta en la estructura de la gestión básica y que se lleva a cabo por la localización del interés por la conciencia dentro de un centro determinado y por lo tanto con una pauta de conducta establecida como contenido biológico.

Si hablamos de neutros, estamos dentro del terreno de la sensación y por lo tanto de las emociones básicas, cualquier neutro lo es, no entre pensamientos sino entre emociones.

El miedo lo es también dentro de la sensación aunque se vive como pensamiento y se convierte en el limite dentro del cual podemos operar con lo contenidos específicos de un centro a la vez que establece el juego dentro de la área de respuesta entre este y el limite.

Podemos intentar una síntesis del centro y del área, tenemos la vía de la sensación y la vía del pensamiento. Sabemos que el proceso de organización de los datos en imágenes que serán operativas no puede hacerse fuera del marco de referencia de la sensación interna y por lo tanto de las emociones básicas. Tenemos así los datos biológicos organizados en lo físico y leídos dentro de otro marco biológico de sensación interna que es la emoción.

Los datos físicos de entrada del estimulo son los que se procesan dentro de la emoción y por lo tanto estructuran entre lo uno y lo otro el centro de elaboración y el nacimiento de la primera dualidad, los mismos datos pueden ser elaborados con traducciones culturales de signo opuesto, todo está en función de la grabación social con que estos se producen.

Podemos de esta manera encontrarnos que alguien es valiente dentro de una lectura de datos y el siguiente es cobarde, en el fondo es el miedo de la primeras gravaciones, el que establece el límite de proceso con que un ser humano se maneja en el medio que le rodea.

Tenemos así que el miedo es inherente en principio a la emoción y que esta se inserta, como contenido cultural añadido, a un proceso de sensación interna que nada tiene ver con lo que es.

Una cultura es ella en cuanto que marca a sus individuos con una manera específica de sentir las ordenes. Para no trasgredir esta manera de sentir, establecen los limites, que al ser traspasados a la sensación interna hacen que se estructure el miedo. De esta manera el miedo ligado a la emoción lo es todo dentro de cada cultura que esté viva en el planeta.

Todas las culturas establecen límites de conducta y por lo tanto todas ellas funcionan con miedos. Lo contrario, el pensamiento de una construcción individual, dentro de una cultura sin limites, sería la trascendencia de lo terrenal y la vivencia de unas emociones que se manifestarían sin los miedos inherentes al proceso de sensación interna.

Entre las pautas de conducta ataque y fuga se podría manifestar el neutro, la indecisión, si esto fuera así tendríamos trascendida la dualidad valor cobardía, y la gestión básica de supervivencia se haría desde el plano de la indiferencia y sin el miedo fundamental de todos los miedos, el miedo a la muerte.

Un centro y un área específica de respuesta, son ahorcados por el sempiterno proceso cultural que nos lleva, a que todas las manifestaciones lo sean desde el punto de vista del proceso de la apariencia, y así nos va nuevamente.

Debemos aclarar que la división entre gestiones básicas engloba las necesidades, deseos y pasiones como correspondencia de síntesis de proceso del ser humano. Si se gestiona supervivencia, se esta dentro de la pasión, si esto está cubierto, aparecerá como totalmente ineludible la gestión de deseos, y desde estos, los planes que constituyen pasiones para realizar los deseos.

En el fondo nadie sabe lo que necesita, y en la superficie está la conducta pasional, como último de los errores humanos.

La muerte en nuestra cultura es un contenido trágico, marcado por pautas de conducta patéticas, y desde las creencias religiosas se cerca el sentimiento real de la muerte, para convertirlo en el miedo de los miedos, de aquí a la conservación de auténticos cadáveres andando por la calle nos separa un simple paso, el de la falsa moral y el de la ética mentirosa que la sustenta, por obra y gracia nuevamente de la iglesia católica.

Si existe un error histórico de consecuencias perniciosas, es la obra de ese político de vida irreal y alegórica, que llaman jesús, de este error y creencia en una alegoría nace el desarrollo más terrible de la humanidad, con su apoyo declarado a las pautas de autoridad, vengan de donde vengan.

La iglesia católica, la secta de los católicos ha hurtado al mundo el sentimiento de la muerte convirtiéndolo en una representación dramática, irreal y patética que nada tiene que ver con la dignidad inherente al simple hecho de acabar nuestra gestión aquí.

Esta secta ha manipulado y sigue manipulando desde el terrorismo emocional de los medios de comunicación los sentimientos auténticos de la vida.

Nada puede entenderse de las culturas europeas, si no se entiende el influjo de esta secta, a lo largo y ancho de todo el proceso de construcción del individuo.

Como síntesis de funcionamiento de la energía instintiva podemos decir lo siguiente: la energía instintiva en el eje físico se conecta con la motricidad. En el eje de conciencia sigue el camino instinto-vegetativo-emoción, que da lugar a la vía de la sensación interna y que es el origen en base a su mal funcionamiento de la tan traída y llevada angustia.

Esta energía, por ultimo en el aparato mental sigue el camino de conectarse con el centro intelectual, que al ser el opuesto complementa y anula la energía instintiva.

Si se entendiera este resumen y se actuara en consecuencia a el, se entendería mucho de lo que constituye nuestra miserable pauta de conducta instintiva en este mundo.

Se debe comprender así mismo que todos los registros de estos caminos energéticos son registros físicos que la conciencia sin grandes esfuerzos de comprensión puede separar y explicar a cada individuo de la especie.