Esquema 5

ESQUEMA N5.

GESTIONES BASICAS.

PROYECCION.

IDENTIFICACION.

MOVIMIENTO.

COMIDA-BEBIDA-RESPIRACION.

CARICIAS.

SUPERVIVENCIA.

Utilizamos el término gestión básica, en la dirección de entender como una multiplicidad de componentes se ordenan para la consecución de un fin.

Este fin último se encuadra dentro de aquello que hace imposible el fenómeno de la vida si no se puede realizar.

Las gestiones básicas serían aquellas acciones indispensables para que la vida siga su curso.

Llamamos proyección a la colocación de un producto propio en un lugar ajeno a nosotros, ajeno a nuestro cuerpo, que es el que lo ha fabricado.

Se comprenderá que las proyecciones más famosas son la defecación y la micción, origen y fin de todo el fenómeno de la proyección continuada.Todos los seres humanos pasan el día en una relación de esfínteres con el medio que les rodea, y casi nadie consigue reparar las pérdidas tan tremendas que resultan de este fenómeno biológico.

El psiquismo humano está condicionado para retener y acumular, pero la biología le hace la peor de las pasadas: le hace perder algo y no le da aparentemente nada a cambio, el día transcurrirá en el intento desesperado para compensar estas pérdidas que no son entendidas por nadie.

De este hecho aparentemente tan simple nace toda una estructura de carácter que en el mejor de los casos te las hace pasarlas canutas.

En el medio en el que nos movemos no existe más que una mentalidad: la del tendero. Y el tendero da cualquier cosa pero con un beneficio razonable.

Esto del beneficio razonable es el invento riguroso para robar al prójimo sin que éste manifieste su ira ya que debe razonar el robo y no desesperarse. Esta mentalidad y la superespecialización de la que todo el mundo hace gala consiguen que nuestra relación con la propia biología sea una relación de pérdida continuada y a partir de aquí la ira, la rabia y la crueldad hacen el resto.

La identificación es más divertida que la proyección. La identificación es una mecánica por la que pasamos a imitar algo que traduce nuestra cimentación cósmica. Sólo nos identificamos con aquellos aspectos, que el otro muestra, que energéticamente son leidos como propios. Aparece así la mecánica más importante del aprendizaje: la imitación de lo que vemos, al igual que los monos.

Nuestro proceso de aprendizaje no puede ser aislado de la imitación y ésta de la identificación.

Como lo auténticamente humano es que podemos imitarlo todo, aparece así una suerte de zoológico en movimiento, que hace posible que cualquier ser humano pase, por afinidad, a tener la conducta de cualquier animal de la naturaleza.

Es divertido subir al autobús y compartir el viaje con un auténtico zoológico que, además, huele como tal. El último viaje lo hice con dos jirafas, tres elefantes, un tigre y varias serpientes de cascabel. En medio de todo esto estaba el conductor, un auténtico hipopótamo que ejercía de tal.

Son las pautas de identificación instintiva las que más profundamente nos afectan, porque sin un animal en nuestro corral simplemente no podemos estar en la vida. Si no hay pauta depredadora no hay posibilidad de defender el territorio y por lo tanto no podemos con la pelea de la vida.

Así, la única diferencia entre mi portero y un tigre de bengala es que el primero tiene cuenta corriente y el segundo no. Si se quiere normalidad se quiere depredación, y si se quiere entender la pauta de conducta del vecino de enfrente, es mejor leer un tratado de zoología que las obras de Freud.

Pasen señores, pasen y vean el zoológico instalado en la Quinta Avenida de cualquier ciudad del mundo. Pasen señores y vean como la vida sólo es valiosa para el que la tiene y la puede defender. Pasen y vean y no se alarmen porque el café se lo sirva un tocino que huele a eso y se lo cobre un besugo que tiene los ojos de tal. Pasen y no se abrumen porque si está Vd. vivo es porque acertó con la identificación instintiva y su animal funciona en el medio en el que está inserto.

El pobre se pelea por el pedazo de pan; el rico por los solares y las multinacionales, pero desde el primero hasta el último, todos de acuerdo: violencia, guerra y destrucción; ese es el mensaje y ese es el fin último de todo lo que se mueve en el planeta.

No tenemos modelos de conducta específicamente humanos y como no lo tenemos, pasamos a imitar todo lo que existe en la naturaleza. Y ésta, dentro de su variada oferta, sólo incluye lucha por la supervivencia. Las auténticas pautas humanas pasarían por dotar al individuo de un conocimiento real del medio que le rodea y no por una enajenación continuada de las fuerzas que le ayudan en su proceso de vida.

Que nadie piense que estas palabras acercan mi discurso al último discurso violento de esa raza de perversos que hablan de la ecología, de la ciencia ecológica, auténtico terrorismo emocional para gente prepotente que medra políticamente desde esta mierda.

Yo no soy ecologista. Tampoco soy demócrata y me fastidian como nada las monarquías, principio de la ceremonia y lo más próximo al desorden que conozco. Digo lo que no soy, pero nunca diré lo que soy, porque una pauta de conducta descubierta es una pauta acorralada y destruida.

Sólo añadir que sin fenómeno de identificación no hay posibilidad de aprendizaje y por lo tanto, ninguna posibilidad de desarrollo.

El movimiento, el poder ir de un sitio a otro sin limitación física es el fundamento del abastecimiento y por lo tanto una gestión básica en algunas culturas.

Ocurre que la técnica ha modificado el acceso a las fuentes de abastecimiento y actualmente cualquier limitación física leve o grave ya no es impedimento para la vida. Si lo es para el criterio que aquí manifestamos de lo que encierra la vida de valioso y de qué manera ésta se justifica.

Es gracioso como proyectamos continuamente nuestros problemas y le pedimos soluciones a quien no tiene que darlas. Así es fácil que una mujer nos traslade su problema de embarazo y nos obligue a un control que para nada es nuestro.

Es fácil también que un hombre nos haga culpables de que no gana lo suficiente y nosotros tengamos la culpa porque no le subimos el sueldo. Viene a cuento esto por el problema de las limitaciones de la vida: un paralítico nos dice que le ayudemos y un ciego que le pasemos la calle, con el convencimiento de que las cosas son así y de ninguna otra manera.

A nadie le pasa por la cabeza que si uno necesita del otro para supervivir y no puede compartir el esfuerzo, simplemente ya no hay nada que justifique su existencia y él debe de decidir dejar de ser una carga y cómo dejar de serlo.

En nuestro medio, el personal te dice que le mates, porque él es incapaz de hacerlo. En nuestro medio es peligroso matar al paralítico o al tonto porque después uno mataría al rico, que tampoco vale para nada. Lógicamente las claves de este problema tendrían como base una ética real, una ética de la vida y no una moral católica que, insertada en nuestro medio, se convierte en fuente inagotable de problemas

La moral católica si tienes tranquila la propia tragedia o el propio drama, te lo activa, y si lo tienes activado, te lo alimenta sin fin, para que, en lugar de salir de él, lo hagas cada día un poco más grande.

Yo no puedo matar a nadie, no puedo matar a nadie porque el hecho de pensarlo y verme en semejante situación me es incompatible con mi propia existencia y el no puedo matar a alguien no debo cambiarlo por el no tengo que matar a nadie. Si no tengo que matar a nadie es que de alguna manera lo tengo insertado en mí mismo y ya necesito de un tope para no matar. Yo no debo matar es un argumento moralista que ha sustituido al no puedo matar, y lo ha sustituido la moral católica acostumbrada a masacres sin límite en todos los continentes del planeta. Ellos, los católicos, no deben matar porque sí que pueden matar. Nosotros los no-católicos no podemos matar porque somos incapaces de semejante atrocidad.

Y es en este discurso moralizante donde se inserta la confusión de lenguas. Un individuo me dice que le aplique la eutanasia y que le deje morir y cuela el problema, un problema que sólo es suyo me lo traslada y me dice: "tú tienes que resolverlo"

Yo no debo resolver ese problema, lo debe resolver el interesado, el personaje sin nombre que cree (el muy estúpido) que estoy obligado a ayudarle. Si no puedes moverte no puedes abastecerse y si tienes un mínimo de consideración hacia los demás tú mismo verás clara la solución, no se puede esclavizar a los seres humanos a la silla de ruedas de un paralítico, pero si él no lo entiende todo lo demás es moral católica.

Yo no puedo matar a nadie pero tampoco estoy autorizado éticamente a mantener situaciones de carga para la especie y debo explicarlo a los interesados para que intenten entenderlo. La solución será individual y debo respetarla, pero también estoy obligado a explicar que esa solución no pasa por mí y por mi energía, que se la presto a la vida y no a los procesos de agonía y de alimentación explícita de lo trágico, obra y gracia del espíritu santo de la iglesia católica.

Es ético ayudar a sobrevivir a un niño porque hay vida y hay posibilidad, alimentamos la vida. Es ético que le explique al individuo necesitado que debe resolver por sí mismo y que yo no voy a intervenir en su decisión, pero que no me implique en ella. Porque si decide seguir viviendo sin poder hacerlo por su cuenta me está implicando en su solución y le voy a contestar, seguro que lo hago.

El individuo que está inmerso en la moral católica, está tan próximo al asesinato, está tan acostumbrado a él, que necesita continuamente del mantenimiento de la vida a costa de lo que sea para que así se sujete su auténtica pulsión, violencia, guerra y destrucción, tortura y asesinato, pérdida del sentido de la vida y soluciones falsas a todo lo que le rodea, moral sin fin y ausencia total de ética.

Son estos asesinos potenciales los que no entienden que la vida se regula a sí misma y que si un ser humano necesita que le digan que no mate a su prójimo es que se consumó la tragedia y hace tiempo que dejó de ser humano; lo cambió, simplemente, por el ser católico.

Comer, beber y respirar parecen cosas que no necesitan ser explicadas. Es quizás el eje físico, el que menos problemas nos crea en las gestiones básicas.

Las caricias es un asunto más difícil de hincarle el diente. Hay experiencias de que un individuo no tocado, no acariciado, no supervive. Y esto es así, pero no desde el frente del amor, sino desde el frente del desarrollo del área motriz. Un individuo cuya piel no sea estimulada, no tiene los suficientes recursos para movilizar su área motriz y paraliza todo el movimiento. Y simplemente se muere.

La supervivencia sería la gestión básica del ser humano y todo lo demás se inserta en cómo organizar la pulsión para poder supervivir.

Ellas organizan la pulsión alrededor de la reproducción: se encargan de la supervivencia colectiva. Ellos se encargan del abastecimiento y colaborarán de esta manera en la supervivencia colectiva. El hecho de la reproducción ideológica está en manos del que más tiempo tenga al margen del abastecimiento.

El final de una cultura es que no nazcan individuos suficientes para que ésta se mantenga. Es evidente que la cultura europea está agonizando porque ellas ya no ven las condiciones adecuadas para que el proceso de vida se justifique.

ESQUEMA N 5.

TITULO.

GESTIONES BASICAS.

COMPONENTES.

PROYECCION.

IDENTIFICACION.

MOVIMIENTO.

COMIDA, BEBIDA, RESPIRAR.

CARICIAS.

SUPERVIVENCIA.

GESTION BASICA, CONCEPTO.

Síntesis operativa de centro y área.

GESTION BASICA, DEFINICION.

Cuando concretamos todos los componentes que entran a formar parte de un centro y área estamos haciendo una síntesis operativa de lo que esto es, así cuando hablamos de gestiones básicas estamos haciendo referencia a aquellos componentes sin los cuales la vida no funciona.

PROYECCION, CONCEPTO.

Gestión básica del centro intelectual.

PROYECCION, DEFINICION.

Salida al medio externo de un producto fabricado internamente en la máquina humana. Ser extrapolado esto a cualquier producto trasformado en una máquina, en una reunión de elementos simples, y dejado fuera del sistema que le dió forma. Así es tan proyectivo el lenguaje como la defecación o la micción.

IDENTIFICACION, CONCEPTO.

Gestión básica del centro emocional.

IDENTIFICACION, DEFINICION.

Todo el proceso de aprendizaje es imitación en base a la identificación, en base al reconocimiento de uno o varios items compositivos que pasamos a imitar porque vemos posibilidad en ello. Así la identificación es aclaración de componentes, que uno tiene pendientes de desarrollar y los ve manifiestos en otro.

Conviene diferenciar la identificación de la empatía donde el reconocimiento de items compositivos se da también pero solo en el aspecto emocional.

MOVIMIENTO. CONCEPTO.

Gestión básica del centro motriz.

MOVIMIENTO, DEFINICION.

Se hace referencia a todo lo que se relaciona con el ir de un lugar a otro, tanto en el terreno de lo físico como en el terreno de lo psíquico. Es evidente que si podemos ir, es que podemos hacer uso del aparato locomotor y por lo tanto aceptar esta realidad en lo físico. Si atendemos al terreno de lo psíquico veremos que las imágenes están dotadas de movimiento y por lo tanto lo interno también tiene motricidad, expresada en los centros y áreas a través de la parte motriz.

COMIDA, BEBIDA, RESPIRAR, CONCEPTO.

Gestiones básicas del centro vegetativo.

COMIDA, BEBIDA, RESPIRAR. DEFINICIONES.

Es comida todo lo que entra a la máquina humana por cualquier sentido externo o por los alimentos clásicos es decir los que penetran por la boca. Así es tan alimento un estimulo visual, como la comida el aire.

En otros trabajos se explica con mayor claridad lo que seria aclarar como la máquina humana, es una máquina de tres pisos, entendiendo esto como los tres ejes el físico, que necesita del alimento por la boca, el psíquico que necesita de los sentidos externos y el mental que necesita de la respiración.

No desarrollaremos aquí este capitulo porque escapa a las pretensiones de esta trabajo, simplemente añadir que el acercamiento a estas realidades tan complejas y tan alejadas de la ciencia al uso, nos lleva de lleno a lo esotérico al otro conocimiento.