domingo, noviembre 26, 2006

Esquema 16. Centro-Area Emocional

ESQUEMA N16.

CENTRO AREA EMOCIONAL.

PAUTA DE CONDUCTA. GUSTO- DISGUSTO.

GESTION BASICA. IDENTIFICACION.

NEUTRO. INDIFERENCIA

MIEDO. DESCONTROL.

No puede haber proceso de aprendizaje, sin pautas de identificación. La identificación es un proceso complejo que tiene como base la lectura de componentes propios en otra persona. Sería algo así: veo a alguien que me parece válido, pero lo veo válido porque tiene cosas que yo tengo latentes y que debo desarrollar, entonces me identifico con él y paso a imitar su pauta de conducta.

Las identificaciones que se ofrecen en nuestra cultura no son pautas humanas de conducta, sino que la inmensa parte de lo que está en el medio son pautas de conducta del mundo animal en toda su extensión.

Sabemos que nos movemos en un zoológico de dimensiones francamente alucinantes y que las pautas de conducta son las propias de los animales que le dan vida.

Las pautas de conducta netamente humanas están por ser definidas y pasarían por mecánicas de orden superior y comprensión inmediata de la realidad.

Cuando hablamos de centro emocional estamos hablando del lugar donde se procesan las sensaciones internas. Cualquier sensación interna, cursará con un contenido emocional, que hará posible que este, sea convertido en proceso de pensamiento, en el campo que ofrece la emoción.

No puede haber proceso de pensamiento sin el campo previo que la emoción estructura para el desarrollo de los datos, estamos de esta manera condenados al manejo de las emociones como algo que procedente de lo biológico no puede ser ignorado. La emoción surge situacional y circunstancial sin que podamos hacer nada por evitar que aparezcan, acaso intentar entenderlas y vivir con ellas.

El campo donde se elaboran los datos es emocional, y las emociones están enseñadas en la cultura en la que uno está inmerso, quiere esto decir que las emociones están ahí, pero no la forma especifica de sentir, hay diferencia entre la alegría como emoción y el proceso de apariencia con que me enseñan a tener alegría.

Yo puedo estar alegre sin objeto que lo sustente, pero este proceso es desconocido en nuestro medio cultural, que nos fija a las emociones cualquier estupidez. De esta forma tan sencilla acabo estando contento porque he comido bien y la cultura dice que debo estar alegre.

Todas las emociones que estamos acostumbrados a compartir en nuestro medio, son emociones distorsionadas por el proceso de apariencia, por la imagen y el rol que me han asignado en el medio cultural donde me muevo.

Yo tengo derecho a sentir y como dice un buen amigo, no soy responsable de lo que siento, sino de lo que hago con lo que siento. Se puede sentir cualquier cosa en cualquier momento y esto es desbordante en todas las culturas, porque si puedo sentir cualquier cosa en cualquier momento, rompo con todos los ritos y ritmos y en el fondo rompo con las ceremonias, que son la base del desarrollo de todas las culturas de la especie.

Una secuencia de acontecimientos ordenados en los tiempos de conciencia son las ceremonias, sin las cuales parecería imposible organizarse individual y colectivamente. Esta trampa de la productividad, como organizador del tiempo, tiene miles de siglos y los que le quedan. Organizo secuencias en el tiempo, porque tengo que concretar un producto en los tiempos de conciencia ¿y quien dice que no puedo hacer otra cosa? Si acepto que el fenómeno de conciencia no tiene estas secuencias, sino que esta es una de las muchas posibles, empezaré a entender porqué los intereses del poder, con la psiquiatría al frente, declaran como no válida cualquier pauta de conducta que no sea organizada de cara a la productividad. Acaso sea este el gran juego del capital y la gran tragedia de las culturas alemanas o sea la gran tragedia del proceso de pensamiento en todo el mundo.

Hasta ahora una cultura enseñaba a sus individuos una manera especifica de valorar, es decir de sentir, pero esta trampa es pequeña comparada con la otra, con la manera especifica de organizar el curso del pensamiento, para conseguir secuencias lógicas, o sea secuencias productivas.