viernes, noviembre 03, 2006

Esquema 25

ESQUEMA 25.

ÉL YO. SUMATORIA DE ROL E IMAGEN.

Él yo, eso que todos somos, porque yo soy yo, y esto no es discutible, es algo que tiene camino a recorrer.

Todos tenemos imagen. En última instancia la no-imagen sería otra manera de tenerla. Todos tenemos imagen pero pocos conseguimos compactarla.

Una imagen concreta es algo que requiere dedicación. Cuesta muchísimo cuidar la imagen, y esto significa tiempo y dedicación. El que esto escribe, a duras penas consigue unos minutos por la mañana para semejante evento, y así le van las cosas en el mundo.

Uno es reconocido por su proceso de apariencias, y si se es decente mejor es aparentarlo, como dijo Santa Teresa... ¡curioso que hasta los santos en este país tengan que ser idiotas!

Si uno no tiene suficiente vocación por la imagen o simplemente no sabe arreglarse le queda lo otro, el rol, para ser asumido socialmente. En función del rol uno es ubicado en un sector social y nadie recela de él.

Si no se tiene ningún rol las cosas se ponen difíciles porque todo el sistema de relaciones sociales está montado en función del reconocimiento social que presupone el rol.

No existe posibilidad social fuera del desarrollo del yo. Cualquier otra forma de articulación de respuesta es susceptible de que uno sea cuestionado y, ¡cuidado!, Que el cuestionamiento puede ser dentro de la legalidad vigente y aplicarse criterios sumamente restrictivos de la persona y de sus libertades.

Dentro de este apartado los seres humanos se han inventado una ciencia que llaman psiquiatría, que defiende el funcionamiento de los dormidos y que asegura tener el control de la normalidad aunque no pueda definirla.

Nuestra cultura es tan grosera en sus contradicciones que ha trazado parámetros de las alteraciones psíquicas sin tener los parámetros de la normalidad previamente definidos. Esto, que debería bastar para que un ser humano se acercara con la más tremenda de las humildades a cualquier manifestación humana, es pasto de lo contrario.

Si se plantea algo que no se entiende se reacciona con ira y, sin más, uno es castigado por este asunto.

Si el que lee esto (dudo que alguien lo lea) se plantea el mejorar su respuesta y quiere intentar el proceso, deberá hacerlo desde una situación socialmente consolidada; no puede permitirse el lujo de ser pasto de las fuerzas sociales. Se deberá entender que es igual lo que uno haga y que todo está definido previamente, descartando de una manera sencilla cualquier tipo de conducta heroica o de salvación de uno mismo o de los demás.